24 de enero de 2009

De Cazorla a la Sagra

29/01/2009
Salimos sobre las 5 de la mañana, desde Molina de Segura, la temperatura oscilaba entre los 14 º y 15º, chispeaba un poquito y el silbido del viento parecía querer llamar nuestra atención  para decirnos algo...
Por la provincia de Albacete la lluvia y el viento se habían crecido, el parte meteorológico  que surgía a través de las ondas de radio, cada vez era menos halagüeño; nuestros temores empezaron a coger forma cuando en Riopar tuvimos que apartar de la carretera los restos de nuestro primer árbol caído, para poder seguir con nuestro viaje, pues a pesar de lo mucho que llovía y el fuerte viento que balanceaba los enormes árboles, como si de espigados juncos se tratase; nosotros íbamos a llegar hasta el final.
Ya en la presa del Tranco (Jaén) el aire y la lluvia nos dieron una tregua, pero ahora teníamos que sortear los restos que la tormenta había depositado en la calzada, árboles derribados arrancados de raíz, desprendimientos de rocas etc.
A la altura de los Llanos de Arance se veía el Guadalquivir mas Amazonas que nunca, la cara se nos cuadriculo, nuestras sospechas se hicieron realidad, la carretera a la loma de Mariangela estaba cortada, inundada y este escollo es insalvable...la ruta del Borosa caput...
Nos pusimos a almorzar y deliberar a donde podríamos ir, la Sagra nos pareció una buena opción, así que salimos en busca de este 2381 metros, pero ya de camino vimos una cascada allá en el horizonte y sin hablar, solo con mirarnos paramos el coche y empezamos a subir hasta llegar a lo que luego seria un sitio acojonante, con unas vistas alucinantes, agua a manta y una cascada, catarata o salto de agua digno de ver...el día se nos había enderezado a pesar de la pertinaz lluvia que nos acompaño todo el camino.
Tuvimos la suerte de ver algún ejemplar de choto cabra cornuda, un animal enorme y muy veloz, que no nos dio opción a inmortalizarlo.
Dejamos este hermoso paisaje y tomamos dirección Hornos, un pueblo coqueto, con mas miradores que bares, son las cinco de la tarde, una comida rápida y seguimos dirección Pontones lugar de nacimiento del Segura, donde las bajas temperaturas (5º) no invitaban a bajar del coche.
A la altura de Santiago de la Espada la nieve hacia su aparición en forma de pequeños neveros.
Camino del collado de las Santas otro árbol caído nos corta el paso. Con la ayuda de un forestal que allí se encontraba  limpiamos la carretera con su motosierra. Son la siete no nos queda luz pero aun así seguimos con la idea de subir la Sagra.
Dejamos el coche en el área recreativa de las Santas y comenzamos el ascenso al pico.
Tras una hora y media de marcha el fuerte viento nos hace retroceder, por miedo a ser alcanzados por alguna de las ramas que se desprendían de los árboles.
Al trote cual dos legionarios nos volvemos al coche, y tras otro bocata a todo pistón a casita, llegando a Molina sobre la 23:30h.
"El Borosa sigue quedando pendiente"

(Mano Pi)





23/01/2009

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